Apreciable hermana y hermano, para ti esta reflexión:
¿Alguna vez te has puesto a pensar detenidamente en Jesús nuestro señor, que vino a este mundo para salvarnos, muriendo en la cruz después de ser torturado, azotado y coronado con espinas, siendo un sacrificio muy grande de su parte, y que sin embargo él pidió perdón por nosotros?
Él amorosamente te regala la vida, la salud, te dio unos padres excelentes, unos hijos lindos, una buena o buen esposo, estudios, trabajo con el cual has podido superarte y hacer tus bienes; y ahora viene la pregunta más importante:
¿y tu, qué le has dado a él y cómo le has correspondido?
Si bien es cierto que en el transcurrir de tu vida has tenido algunos altibajos, enfermedades que te han apenado causándote sufrimiento, pero esas situaciones son a veces un llamado de atención para que lo recuerdes, lo busques, lo conozcas, para que tú cuando ya te hayas acercado a él, seas luz y sal para toda tu familia, amigos, compañeros de trabajo, para que lleves una vida cristiana lo mejor posible y que cuando llegue el día de tu partida estés preparado, así el señor te recibirá con los brazos abiertos por haber sido un buen cristiano, dadivoso con el hermano necesitado, buen hijo o hija, buen esposo o esposa y buen padre o madre.
Pido a Dios que esta pequeña reflexión llegue a tu corazón y realice un cambio en tu vida.
Que dios te bendiga
Rolando Ruiz Mont.